Pica tus verduras con amor. Sirve la comida con atención plena. Ejerce tu profesión o haz tu trabajo--el que sea- co-creando jubilosamente con Dios
Muchas veces creemos (sobre todo al principio del sendero) que la espiritualidad es algo a lo que sólo podemos acceder yendo a retiros, peregrinaciones o incluso tendiendo que vivir en comunidades espirituales. Que realmente haríamos mucho mayor progreso espiritual si no tuviera a unos hijos a los que educar y cuidar, un esposo al que acompañar, una carrera que ejercer, o una casa que mantener y llevar.
Pero, la primera lección en cualquier libro espiritual es que Dios está en todas partes, en nosotros y en cada ser creado, ¿verdad? . Entonces,....¿dónde está la espiritualidad?
Recientemente he estado disfrutando de uno de los libros de Ringing Cedars (Co-creación: Libro 4), y en él, Anastasia comparte la parábola de dos hermanos.
Ambos hermanos deseaban la sabiduría y acordaron que uno debía salir a buscar por el mundo la más alta de las sabidurías. Durante muchos, muchos años, el hermano mayor buscó y estudió la sabiduría e incluso ganó sus propios discípulos. Al regresar a casa para compartir su sabiduría según lo acordado, descubrió para su sorpresa y humildad que todo lo que había aprendido a través de un estudio serio, su hermano ya lo había discernido y estaba aplicando. Ya sea para rodearse de un hermoso jardín, esforzarse por vivir todos los días con amor o aprender a criar hijos que sean felices y justos, el hermano menor ya había hecho todo esto.
Es un pensamiento reconfortante para aquellos de nosotros que no podemos dejar nuestros puestos, nuestros deberes, que de hecho no tenemos que hacerlo.
¡Todo lo que necesitamos para nuestro crecimiento espiritual está justo aquí, frente a nuestras propias narices!
Me encanta esta idea. Llena de un profundo significado y júbilo cada instante que vivimos, nos acerca a estar en ese Eterno Ahora del que tanto hablan los Maestros.
Entonces, ¡de vuelta al trabajo! Lava la ropa con alegría. Cuida a tus mascotas y plantas con devoción. Atiende a ese cliente con compasión. Escucha atentamente las aventuras de tu esposo y tus hijos!....¡Nuestro crecimiento espiritual puede suceder aquí mismo hoy!
Como dice Anastasia, “Toda la sabiduría del Universo está incluida para siempre en cada alma desde el momento en que se crea”.
¿Y tú, qué haces conscientemente?