A ese título habría que añadir, con Dios.

Últimamente he estado pensando en el poder de la creación y cómo nosotros, como padres/madres, tenemos la oportunidad más maravillosa de participar con el Creador de todo, de co-crear con Él/Ella una nueva vida.

Es interesante que uno de los muchos títulos de Dios sea el de 'Creador'. Yo diría que es uno de los más importantes. Y no solo para Dios sino para nosotros. Si bien es posible que algunos de nosotros no seamos llamados a ser padres/madres, aún podemos crear belleza y luz, brindando inspiración, servicio o consuelo a los demás. Dios realmente no retuvo nada cuando nos creó a su imagen. Él quería que creáramos como Él. También sabía que nuestra mayor felicidad no vendría en crear cosas sino vida, como Él. La vida, el cosmos, en esencia es este proceso continuo y armonioso de creación.

La semana pasada reflexionábamos en el poder de las palabras para delinear nuestra vida y la de nuestros hijos, es realmente una ciencia poderosa. ¿No es interesante que en nuestro mundo haya quienes maldicen usando palabras que son una forma profana de usar 'el acto creativo'? 
¿Será que es la forma más ingeniosa que tienen de ejercer esa capacidad creadora? 
Tal vez no piensen demasiado en eso, pero sí creo que es interesante que el acto más vivificante pueda pasar de maravilloso a terrible según el motivo.

Se nos ha dado un poder tremendo como personas, como hijos/hijas de Dios. Es tan cotidiano que alguien tenga un hijo que creo que nos volvemos casi insensibles a este hecho que es magia pura. El cuerpo de un nuevo niño realmente SÍ se formó básicamente de poquito material genético, ciertamente nada independiente. Y allí, he aquí, está la vida. Tan maravillosa, tan llena de potencial, tan divino, que debería asombrarnos a todos cada vez que vemos a un niño de nuevo. Me encanta mirar el rostro de un niño pequeño cada vez que tengo la oportunidad. Y cada vez que veo a una mujer embarazada, la bendigo en silencio y la saludo. Lo sepa o no, ella es la sierva del Señor, y a través de ella, la vida continúa en esta tierra bendita. Entonces, ya sea que ya hayas tenido hijos o que tengas más por venir a tu familia, debes saber que eres verdaderamente bendecido, oh padre y madre, por participar con el divino Creador de toda vida, en este proceso bendito de la vida humana misma. . Que milagro. ¡Y qué milagro eres tú!

 "Cuando el padre y la madre trabajan en armonía, hay un flujo natural de las polaridades Alfa y Omega hacia el niño. Y esto puede ocurrir y comenzar incluso antes de la concepción, ya que el alma se comunica con el útero y luego en el útero a medida que la llama de consuelo es brindada del padre a la madre mientras ella experimenta grandes cambios dentro de sí misma y el futuro padre prepara su propia conciencia para ser un gran apoyo para la esposa y para el niño en todos los niveles".

Bob, Transformando la familia, familia por familia

17 junio 2007

¿Te sentiste un creador cuando tuviste a tus hijos?